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martes, 6 de octubre de 2015

¿Quién dijo que fuera fácil?

Cambios repentinos, un mar de nuevas posibilidades y sobre todo de nuevas metas. Algo que desde hace mucho llevaba buscando pero que hoy por hoy no se completa. Muchas veces intentamos enterrar el pasado, pasar página y centrarnos en nuestro presente, pero poco a poco nos vamos dando cuenta de que aunque lo intentemos, nunca estaremos completas del todo. Seríamos capaces de juntar todas aquellas cosas buenas que nos han aportado las personas que han pasado por nuestra vida y que de verdad han dejado huella y crear nuestra propia felicidad. En ocasiones echamos de menos lo que creímos olvidado por completo y nos llegamos a proponer volver a ello, al menos para recordar aquella sensación que nos transmitía, olvidando por un momento lo que tenemos en ese momento, un viaje al pasado como si fuéramos invisibles. Algo tan irreal que se sale de toda posibilidad realizable, pero que en realidad todos necesitamos. Y es que, ¡se hace tan difícil encontrar la felicidad teniendo referencias pasadas que a veces pensamos que simplemente nunca la encontraremos!

sábado, 9 de mayo de 2015

9.

Una casualidad infinita, con principio pero sin un fin establecido. Una lucha a contra corriente, en contra del tiempo, sabiendo que lo que por casualidad empezó nunca podrá terminar porque ninguno de los dos dejará de pensar en el otro.
Un lazo transparente que nos une donde quiera que vayamos, un mismo pensamiento, 'volvernos a ver'. No importa el donde ni el cuando, porque los dos sabemos que estaremos esperando ese momento.
Quizás no escogimos el mejor momento de conocernos, pero también puede que el destino lo eligiera así. Porque cuando ninguno de los dos pensaba que podría encontrar alguien que simplemente conectara sin necesidad de palabras, el tiempo y el destino nos juntaron. Y hoy se que por mucho tiempo que pase ese lazo no se romperá nunca. 

martes, 20 de enero de 2015

Como...

Como aquel que alguna vez dijo que no podía sin haberlo intentado, como la nieve que se deshace al juntarse con el agua, como las nubes que tapan al sol el día en el que él mismo piensa que brillará. Como las veces que nos levantamos después de caernos una vez más, como los días malos a los que le sigue uno bueno, como la ganas de verte camufladas por el orgullo, como un camino al que no le vemos salida pero que al fin y al cabo, esa salida solo está escondida. Como algo sin explicación.

20.

Alguien me dijo una vez que no hay mejor cambio que aquel que nos proponemos nosotros mismos. Que la felicidad quizás no sea duradera, o totalmente alcanzable, pero que hay momentos en la vida en los que quizás la alcancemos o en los que seamos capaces de rozarla aunque sea con la punta de los dedos. Puede que no podamos conseguir ser felices siempre, porque al fin y al cabo es algo imposible, pero si podemos hacer de nuestro día a día una lucha constante para conseguir alcanzarla, y puede que sea esa lucha constante la que sin darnos cuenta nos haga felices. 
Buscar una meta por la que luchar, levantarnos y decir: ¡este va a ser mi día!, pensar que si el día es malo, solo tiene 24 h y que después de esas 24h empezará otro día nuevo capaz de convertirse en el mejor de todo. Todas esas cosas, y muchas que quizás sean particulares de nosotros mismos, son una seria de cosas por las que sin duda alguna deberíamos de luchar, y de seguir adelante.